martes, 25 de enero de 2011

Count on me.

Siempre he sido el tipo de persona a la que preguntas a los demás y todos dicen "generosa".
No lo rectifico ni mucho menos lo niego, me gusta compartir, creo que es lo más importante, compartir todo lo mio, compartir experiencias, compartir momentos, compartir sonrisas, muchas sonrisas!
También me encanta escuchar, poder ayudar a la gente, saber aconsejarlas, hacer que se sientan mejor, hacer que sepan que ellas pueden conseguir lo que se propongan, me gusta hacer sentir querida a la gente.
Odio a la gente egoísta que se lo queda todo para ella, que no comparte, que no es extrovertida, que solo le importa lo suyo y solo busca su beneficio. Estas personas acabaran muy solas, y me sabe mal que no se den cuenta antes de que les ocurra.
Si, parecerá que me esté tirando flores, pero no es así, obviamente tengo mis defectos. Pero hoy voy a lo de "saber escuchar" y "compartir". Bien, la gente de mi alrededor tiene este concepto de mi. Saben que voy a estar alli siempre. Saben que me pueden pedir cualquier cosa. Saben que no les voy a fallar. Saber tantas cosas es peligroso. Para quién? Para mi. Por qué para mi? Porque existe eso de "aprovecharse del otro". Ala! me direis. A ti te gusta que cuenten contigo! Claro que me gusta, es verdad que yo jamás he fallado a nadie y si lo he hecho ha sido sin ningun tipo de intención. Pero hay un ABISMO entre contar con una persona y aprovecharse de ella.
"Pideselo a Caro que SEGURO que te lo deja". Claro que si. Que me tengan como generosa si, que me tengan como un seguro NO. Pero por qué? Porque yo doy 200 y recibo 5. Es una forma de hablar. Porque estoy harta de ver como doy la mano y me cogen el brazo. Porque no soporto ver que cuentan conmigo para lo que les interesa. Porque si te doy 200, me tienes que devolver al menos 200.
Es algo que llevo desde hace mucho tiempo dentro y que no lo digo y me lo quedo para mi misma, así de paso me contradigo con lo dicho anteriormente. Es malo guardarse las cosas para uno mismo.
En realidad lo más duro es ver que no les sale de dentro devolverte el favor, o que incluso hemos llegado a prescindir del 'por favor' y del 'gracias'. La confianza da realmente asco. No perdamos las formas, que seguimos siendo personas. Amigas, pero personas que merecen respeto.

Dicho queda.

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