domingo, 13 de febrero de 2011

Palabra mágica.

Nos cuesta decirlo, pero la decimos cada día muchas veces. Pocas veces es con todo el sentimiento. La mayoría de veces es por pura educación, sale sola, automática. Analicémosla, tiene que transmitir felicidad, honestidad, fidelidad, confianza. Mucha confianza! Es cierto que quizá la decimos a un desconocido, pero cuando la decimos desde el fondo de nuestro corazón es porque realmente hay un grado de confianza con la otra persona.
Otras veces no nos damos cuenta de lo que puede significar la palabra, no nos damos cuenta de que la otra persona la necesita, la agradece y le gusta oirla. También a nosotros nos gusta oírla. Nos quejamos cuando no la dicen, queremos oírla cada vez que toca. Si queremos oirla, deberíamos decirla, ¿no? Y no será por falta de razones, porque tenemos muchas razones para decirla. Si fuera por el número de razones, no dejaríamos de de decirla durante todo el día.
Es un precioso sentimiento y escribo sobre esta palabra porque creo que hemos hecho que se pierda su verdadero sentido y es una de las palabras más bonitas que se pueden decir a una persona ¿No creeis?

Gracias. Grazie. Thank you. Merci. Gràcies. Danke. Eskerrik asko. Obrigado. Spaisiva.

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